jueves, 17 de septiembre de 2009

Frente al espejo

Hay cosas que quisiera decirte y te las digo frente al espejo, podría decir que no existe otra forma de expresar lo que siento, has vivido pasajes de una vida insoñable, has conocido pasillos de fascinante nubes que bajan acorde a tu vida como las preparadas hojas de otoño, ambientes perfectos, de toques especiales, nadie ha dicho que no podría ser mejor, pero no es el punto vivir pensando en que cada cosa que hiciste fue una ilusión cumplida de maneras imperfectas y de sueños mediocremente acabados, más vale que cantes la felicidad que estás sintiendo y disfrutes gota a gota lo que el viento trae en sustancias que cubren tu rostro. No quieres hablar, respeto que sientas que la magia de tu felicidad solo la compartas conmigo, porque quien es digno de oirlas se ha convertido en tu cómplice, y es impensable contarle los hechos a quien ha participado de ellos. Quizás siempre pensé que no te quería, pero conocer verdaderas semillas es casi imposible, y aunque muchos han querido opacar tu luz, tu entidad siempre será inmersa del cielo, de cantos de niñez y de deseos de ángel. Bendigo a quien te acompaña, y dale tú así tus propias bendiciones, no sueltes su mano y has que sea la persona más feliz del planeta, porque cuando salgas de los incontenibles laberintos del destino, solo su alma estará ofreciendo sus brazos para difrutar la vida a tu lado. No termines de descubrir en tu vivir los momentos más preciados junto al ángel más bello del universo... solo tu sabes si lo tomas o lo dejas...

Anoche quisiste darme espacio en tu vida quizás tu cómplice me ayudó a hacerlo, entré en tu cuerpo y quisiste dejarte llevar, hoy sólo tú y yo seremos quien levante la mirada al mundo con ojos renovados, hoy dentro de ti puedo hablarle al angel desde lo más produndo de mi alma y decirle que que su amor es lo más grande que podría haberme dado la vida. Lo amaré en cada segundo, así como siempre lo ha sido, y cuando vuelva a mirar el espejo, solo estará él y yo desdunos a la realidad del amor verdadero.

domingo, 6 de septiembre de 2009

La mujer de piel

Qué lástima que a veces no triunfe la amistad sobre un amor imposible…

Amar es lo más bello del mundo…

Hubo una vez una mujer de piel que tenía dos amigos, ambos completamente diferentes y surgidos en tiempos diferentes, ambos se habían fijado en ella. Cuando apareció el primero en su vida, se hicieron grandes amigos, ella lo adoraba, le contaba toda su vida, lo que quería, lo que pensaba, pero él le dijo un día que la quería de otro modo. A ella no le importó y siguió su vida tal como hasta ese entonces había sido. Cuando pasaron los años comprendió que el seguir siendo de piel afectaba a su amigo, y que quizás él pensaba tener esperanzas de una relación diferente. Él sufrió al no tenerla, ella al no poder quererlo ni siquiera como amigo, no porque no lo quisiera, sino simplemente porque no era capaz de hacerse la ruda frente a él sólo para que su amigo no se hiciera falsas ilusiones. Esta vez la amistad no triunfó sobre un amor no correspondido, no digo imposible porque el que quizás lo pudo ser aún así no lo fue. Cuando la mujer de piel conoció a su segundo amigo lo conoció de verdad, era una persona cercana, siempre lo sería, había vivido una infancia a su lado, pero jamás se conocieron. El destino de una celebración juntó sus caminos, y poco a poco se hicieron grandes amigos, se querían muchísimo, compartían, conversaban, se reían juntos, a ella le encantaba estar con él, pero jamás pensó en tener algo distinto, más su corazón estaba ya hace años ocupado e inocupablemente por otro y él lo sabía. Ella tuvo que marcharse, él siempre volvió a visitarla, pero un día le explicó lo que estaba sintiendo por ella. Él era mucho más maduro que su antiguo amigo, sin embargo temía que al contarle ella se alejara. La mujer de piel no supo que decirle, y él se marchó. Pasaron los días y en la distancia él sufría al no tenerla, y ella comprendió como la vida volvía a repetirse. Lloró al no poder quererlo simplemente para no dañarlo, muchas veces necesitó su apoyo y no se atrevió a llamarlo, ella no quería alejarse, pero sufriría ella o sufriría él.

La mujer de piel aún está triste, su primer amigo no volvió a ser como antes, y el segundo se fue con la distancia, quizás cuando vuelva a verlo todo sea diferente. Qué pena que la amistad haya perdido.

Sólo conoce dos ocasiones en que la amistad no fue derrotada. Una que jamás se manchó con sentimientos confusos y la de su gran amor, el que es todo para ella, su vida entera, su mundo, su planeta, su cómplice, su apoyo, y su amigo, es la única vez que triunfó la amistad, pero no frente un amor imposible, sino junto al amor más bello existente del mundo.


Para: AA/JA/MF/FJ