Sentémonos a solas

La vi alejarse y sentarse a solas, me hace pensar que cuando cierra los ojos no quiere más que olvidarse del mundo, trato de entenderla, ayer la vi feliz, sin embargo presiento que en un rinconcito algo la entristece. Mira hacía ambos lados y suspira como si tratara de rendirse, no se que busca. 

La diviso confundida como si esperara algo que ni ella misma entiende. Se pierde mirando los árboles e intenta desatar un apretado nudo utilizando su mano izquierda, sensación de que puedes hacerlo si lo intentas, pero segura que es casi imposible lograrlo. 
Cuando ella dice "puedo" le falta eso tangible que le da sentido, un porqué hacerlo...entonces ya no sabe si desea intentarlo, se ha alejado camino a continuar su vida. 
Ha vuelto a dejar el nudo, lleno de suposiciones que cree no le pertenecen. Sé que mañana la veré otra vez intentando decidirse.

Quisiera volver a verla y escucharla, entender al fin esa mezcla de querer y no querer, de buscar razones, de no seguir caminando mirando hacia atrás, porque cuando no sabes lo que quieres, bloqueas soluciones que no te permites imaginar, y te marchas sin palabras, así como estoy yo aquí,  en silencio, viéndola, sin hacer algo por ayudarla.

Recuerdos

Un vacío que no quiero seguir sintiendo, te fuiste, pero dejaste muchos recuerdos.
Tal vez no fuimos los amigos perfectos, quizás fallamos una y mil veces, pero siempre las ilusiones se aferran sin tener un camino cierto, hasta que tropiezan y se desmoronan sin regreso. 
Soñé que llegaría el momento de estar bien, ahora lejos debemos pensar en cada uno y volar.

Se fueron de las manos las palabras, las intensiones y sentimientos. Entre tú y yo no queda más que un viaje de recuerdos de una amistad inestable que no supo sostenerse, recuerdos que no vuelan tan fácilmente y de los cuales no podemos escapar. 

La distancia no sobrescribe el cariño en un abrir y cerrar de ojos. Hay cosas por superar, y seguir mirando adelante. Fui lo que pude ser, pero si es hora de pensar en ambos, es mejor que me hayas dicho adiós, aunque a veces el corazón no entiende razones. 

Tantas canciones, historias compartidas y recuerdos que necesitan madurar y dejarte ir. Gracias por la confianza y sinceridad. Espero seas feliz… hasta siempre amigo.

Manchas de colores

Respiro profundo y se que no puedo cambiar el mundo, pero un universo de colores me pide a gritos pintar mi corazón de nuevos aires. Un verde lleno de optimismo, amarillo repleto de sabiduría, contar al menos hasta cien antes de volver a fijar mis ojos, un cálido rojo, para volver a enamorarme de la vida y esencias  azuladas para sentir nuevamente el encanto de volar. 

 Mis lágrimas detonarán en un diario esculpido, y darán vida a una de las aves mas bellas que hayan podido divisar mis ojos entre soledades inmersas en olvido, necesito la piel, textura, explosión de sentimientos en un mural fundido, revivir lo bello que he vivido como fruto de mis manos, como arte sin sentido.

 Que la mente divulgue aunque sea manchas una a una sobre papel desahogante, que fluyan miedos y  tristezas exaltadas, que plasme mi corazón cálido de frío, y que no reniegue la tinta lo que hoy por hoy aun escribo. 

Un parque de niños

Una historia pasó con el viento cuando los niños jugaban en la tierra... a veces sentí el agua de la fuente en mis ojos. 
No negaré lo difícil que fue ver brotar los árboles en el parque, pero más allá de niños en el columpio la sinceridad se hizo presente y vimos florecer cariño, e iluminar el sol los sentimientos. 
Hay veces que conoces el lugar, pero necesitas volver a visitarlo, dar cuenta por tus ojos y oídos lo que los zorzales cantan en el silencio; fue hermoso, aunque mis vestimentas se volvieron de rojo, sentí que comprendías el sentido de mis manos, que más allá de incertidumbres, cada palabra y gesto valía la pena.
Ellos aún corrían, sin embargo un sabor a chocolate nos hizo compartir y caer en remolinos que sonreían... nuestras propias ramas fueron abrazo, el calor sinceridad, una mirada hojas de vida. Obnubilación instantánea, partículas del silencio, expresaban reflexiones que por tanto tiempo se guardaron en mi bolsillo, necesité volver a sentir la amistad que nos unía, sentí el desahogo tan tuyo como mio.

Que el viento no olvide la transparencia, que el aire te transporte a lo vivido, que el parque guarde los recuerdos que de años compartimos. Que ojalá no olvides la verdad que plasmaron los sentidos y que en un viaje de regreso al mundo, un café siga uniendo siempre a estos dos grandes amigos.